Trajes verano

Los trajes de verano

En las tierras meridionales de la península ibérica el verano térmico, mucho más allá del astronómico, puede alargarse, y frecuentemente lo hace, de mediados de mayo a parecidas fechas de octubre; de ahí que el traje de verano adquiera especial relevancia, con sus tejidos ligeros y colores claros, aunque no falte alguno oscuro, particularmente el azul marino, en chaquetas cruzadas o trajes de más vestir.

Trajes de verano: telas

Comencemos por las telas, que se prefieren ligeras y frescas, con la lana virgen a la cabeza, tanto por prestaciones como a causa de su excelente relación calidad/precio, superior esta última a otras fibras de procedencia animal, que, como la seda, el mohair o la alpaca, contrapesan su excelencia y virtudes como tejidos con su elevado coste. Por otra parte, no olvidemos que, por parecidas razones, el algodón solo o con poliéster, para evitar arrugas, aventaja en mucho al lino. Advirtamos asimismo que es habitual hablar de alpaca para referirse al algodón abrillantado.

Trajes de verano: colores

Con la sola excepción del azul marino, los colores oscuros y serios suelen quedar reservados a otoño-invierno, por más que no falten trajes de etiqueta confeccionados en fibra de procedencia animal, como el chaqué de lana fría. Así mayor pues, priman las tonalidades claras, con el beige a la cabeza, sin que falten atractivos dibujos de príncipe de Gales, telas gris claro, mil rayas (seesucker) o blancas. Por su mayor albedo estos colores reflejan mayor cantidad de rayos solares, al tiempo que, con elevadas temperaturas, agobian menos que los colores oscuros.

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