jueves, junio 29, 2023

El Traje de Algodón

 


Así como encontrar una chaqueta o blazer en tejido de algodón es bastante frecuente, no lo era tanto un traje por estas latitudes. En Norteamérica el traje de algodón goza de gran predicamento y nunca ha faltado en las colecciones de primavera/verano de grandes firmas estadounidenses como Brooks Brothers o Ralph Lauren, entre otras. Allí incluso el llamativo traje de algodón seersucker de rayas es célebre, cosa que por aquí sigue siendo poco habitual ver juntos pantalón y chaqueta en este tipo de tejido. 





En cambio, hoy en Europa es algo mucho más extendido, seguramente con la inestimable contribución de firmas italianas. Y cuando hablo del traje de algodón o gabardina en esta reseña, me refiero al liso monocolor de dos botones. Traje que, en un color azul marino, en tonalidad kaki o beige más o menos oscura, o en un verde tipo militar, me parece una gran incorporación al vestidor masculino. Todo un clásico para vestir con elegancia durante los meses más cálidos del año. Y la vuelta en los pantalones es un detalle que le queda especialmente bien. Además, si optas por encargarlo a medida, las más prestigiosas casas de tejidos como Fox Brothers o Brisbane Moss ofrecen una variedad cromática donde escoger realmente amplia. 





La tela de algodón tiene indudables ventajas respecto a otros materiales, como la durabilidad o ser mucho menos delicado a la hora del tratamiento de manchas. Pero debes ser consciente de que tiene un aire desenfadado, que si bien lo hacen perfecto para el día a día, no sería una opción adecuada para un acontecimiento de cierta seriedad como una boda (por supuesto, en este supuesto me refiero al azul marino). Sin embargo, ese marcado toque sport amplía considerablemente las posibilidades de combinación al vestirlo. Incluso podría llevarse sin corbata, algo que está vetado en el resto de trajes, pese a la espantosa tendencia actual.


jueves, junio 15, 2023

Chaqué: la elegancia de lo clásico

 

Huntsman

"Así, así eran galanas y señoras las levitas, herméticamente cerradas, no como la suya, del tiempo de Mariana Pineda, tan suelta y desgarbada, que no parecía, al andar con ella, sino un murciélago en el momento de levantar el vuelo." (Benito Pérez Galdós, Las novelas de Torquemada). 

No voy a detenerme en la correcta hechura del chaqué en esta ocasión, aspecto de gran relevancia, como ya apuntaba Galdós a la hora de describir la vestimenta del avaro Francisco Torquemada antes de ponerse en manos de un buen sastre. En esta oportunidad quiero referirme a la tendencia generalizada en los últimos años de lucir chaqué monocolor, ya sea gris oscuro o azul marino, en detrimento del clásico de levita en negro y pantalón a rayas. 

Seguramente, este fenómeno, al igual que sucedía con el color vistoso del chaleco de este atuendo de etiqueta, puede responder a la necesidad de significarse o destacar, ya que se trata de una indumentaria que muchas personas no van a llevar más que el día de su boda. Aunque realmente no sé si esta es efectivamente la explicación. 

En mi opinión, no hay apuesta más segura que lo clásico, y en este caso, también más elegante. La sobriedad de una levita de color negro acompañada del correspondiente pantalón rayado, no tiene rival. Y aunque caben más posibilidades perfectamente válidas, el chaleco negro con ribete blanco es un acierto indiscutible. Si quieres introducir una nota de color, puedes hacerlo con la corbata, eso sí, siempre dentro de unos límites que impidan desvirtuar la solemnidad de este traje de etiqueta.