Una de las reglas básicas que siempre he sostenido en cuestiones de vestimenta consiste en que ha de haber una cierta armonía y equilibrio entre las prendas o elementos que componen el conjunto. Cuando se quiebra dicha proporción estética, el desastre está asegurado. Un complemento de cierta formalidad como la corbata es incompatible con unos pantalones vaqueros, como ya he escrito en distintas ocasiones. Al igual que prescindir de ella vistiendo traje, es un auténtico desatino, desgraciadamente muy de moda últimamente entre los ejecutivos.
De este modo, si vamos a combinar una chaqueta con vaqueros, ésta tiene que tener cierto aire informal o sport. Una chaqueta de tweed o pana con o sin jersey, un blazer azul marino, una chaqueta de algodón o lino en verano, una teba o una workwear jacket serían una elección acertada. En cambio, resultaría nefasto e incompatible optar por una chaqueta de un traje formal, puesto que se rompería dicha consonancia. Algo que en los últimos tiempos lamentablemente no es poco frecuente. Y si ya quieres empeorarlo, le puedes añadir una corbata.
Sin embargo, por este mismo motivo resulta perfectamente legítimo combinar chaqueta y pantalones de trajes distintos. Conocido como Spezzato, esta posibilidad puede enriquecer y maximizar considerablemente las posibilidades de tu armario. Eso sí, siempre debe haber en este caso cierta paridad en la composición de los tejidos de los dos.
