Afortunadamente, en la actualidad podemos encontrar numerosos fabricantes de calcetines de garantías. Y ocurre aquí un poco como con los zapatos, salvando las distancias. Un par de calidad que a priori nos parezca caro, sobre todo teniendo en cuenta la extensa oferta low cost, a la larga, quizás no sólo no lo sea tanto sino que dada su durabilidad, se pueda calificar casi de ganga. Junto a dicha durabilidad, en mi opinión, otras cualidades imprescindibles en unos buenos calcetines son confort, suavidad al tacto y calidez.
A continuación, enumero cuatro excelentes marcas de calcetines a tener en cuenta.
1. Bresciani
Sin duda alguna, la italiana Bresciani es hoy una de las firmas de calcetines más prestigiosas. Fundada en la década de los setenta por Mario Bresciani, su secreto es una perfecta sintonía de elección de materias primas nobles, atención al detalle e innovación tecnológica. Sus colecciones ofrecen una gran variedad de diseños, desde los monocolor más clásicos a otros muy atrevidos, así como de materiales, empleando algodón, lana, cashmere, lino o seda.
2. Gammarelli
La centenaria sastrería romana Gammarelli, responsable de confeccionar el vestuario de Papas, cardenales y obispos, es especialmente reputada por sus calcetines de gran calidad remallados a mano. Básicamente confeccionados en lana merino y en hilo de Escocia, el único inconveniente es la limitación cromática, ya que se ciñe a los colores eclesiásticos (negro, rojo y púrpura), cortos o hasta la rodilla.
3. Pantherella
Fundada en 1937, Pantherella es una de las marcas británicas de referencia en el sector. Combinando magistralmente maquinaria moderna con las técnicas más tradicionales. Cada par de calcetines es rematado a mano para garantizar los más altos estándares de calidad. Detalles como el refuerzo de las zonas del talón y los dedos para una mayor durabilidad, o las finas costuras en los dedos de los pies para proporcionar confort extra, son algunas de sus características.
4. Corgi
Nacida a finales del siglo XIX para abrigar los pies de los mineros de las explotaciones locales, la firma galesa Corgi sigue siendo a día de hoy una empresa familiar, regentada por los tataranietos de su fundador. Seguramente, su mejor carta de presentación es el Royal Warrant del Príncipe de Gales que luce a modo de emblema desde 1989. Confeccionan sus calcetines principalmente utilizando fibras de algodón, lana, cashmere y seda en su factoría galesa. Junto a los diseños más tradicionales, todas las temporadas presenta novedades originales y desenfadadas.