lunes, septiembre 12, 2022

Carlos III, el rey de la elegancia

 


Carlos III ha sido proclamado Rey del Reino Unido. Su madre, la Reina Isabel II, ha dejado el listón muy alto y no va a ser tarea nada fácil estar a su altura. El tiempo dirá, pero en mi opinión, si hay algo que no se le puede discutir al nuevo monarca es su elegancia. En este terreno, Carlos es digno sucesor de su tío el célebre duque de Windsor. Seguramente el adjetivo que mejor define su aspecto y vestimenta es impecable. En él, todo está cuidado y medido al milímetro, pero lejos de resultar impostado o afectado, se plasma en una elegancia natural perfectamente armónica. Y todo ello tiene aún más mérito teniendo en cuenta que a priori su físico no le ayuda, como si lo hacía en el caso de su padre Felipe de Edimburgo. 

Ajeno a modas y tendencias, el rey Carlos ha apostado siempre por un vestuario clásico y atemporal. Se ha convertido a lo largo de los años en un magnífico embajador de algunas de las mejores sastrerías y tiendas de ropa del Reino Unido, muchas de ellas centenarias. Prueba de ello es el royal warrant del hasta ahora príncipe de Gales, otorgado a cada uno de sus proveedores. Pero no nos engañemos, tener a tu alcance estas espléndidas casas puede ayudar considerablemente, pero ni mucho menos garantiza el éxito final. Da igual que se trate de una cena de gala que de una jornada de caza o una visita rural, siempre impecable. 

En su atuendo, ocupa un lugar muy destacado el traje cruzado, y no faltan básicos como corbatas de rayas regimental, tweed o su inseparable pañuelo de bolsillo. No es ningún secreto su querencia por prendas y complementos de solera, por la conocida como pátina, como es el caso de un par de zapatos John Lobb que le ha acompañado varias décadas. Algo que casa a la perfección con la tradicional mentalidad británica de reparar y conservar. En otros aspectos no lo sé, pero en cuestiones estéticas, seguro que nos dará tardes de gloria.