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| Cruciani & Bella |
Escribí ya hace algunos años sobre la lamentable tendencia de vestir un traje de chaqueta prescindiendo de la corbata también conocida como tieless. Lo que era en aquel entonces una incipiente tendencia, parece que desgraciadamente se ha asentado como hábito sobre todo en el ámbito empresarial y bancario. Las ridículas y parodiables corbatas corporativas, concebidas como si de las tradicionales corbatas de regimientos se tratase, parece que ya son historia. Y de ahí, hemos pasado a dejar la corbata en casa para dar una imagen supuestamente sofisticada más desenfadada y actual.
Vestir traje de este modo es ignorar la propia naturaleza estética del mismo, una auténtica aberración. El traje exige ir siempre acompañado de una corbata. Si quieres prescindir de este complemento, nunca lleves traje, apuesta por chaqueta y pantalones de diferente color o tonalidad. Se puede ir muy bien vestido sin corbata (por supuesto siempre con el botón del cuello desabrochado) aunque evidentemente la formalidad de ciertas ocasiones la exigen.
Y si omitir la corbata en el conjunto es un desatino, intentar introducir zapatillas deportivas es ya una ridiculez estratosférica. Parece mentira, pero está sucediendo.
Feliz Navidad
