domingo, febrero 18, 2018

El vestuario de Daniel Day-Lewis en “El hilo invisible”


La sastrería Anderson & Sheppard viste al protagonista de “El hilo invisible”


El vestuario de Daniel Day-Lewis en “El hilo invisible”


Hace algunos días hacía hincapié en la importancia que tiene el vestuario de una película a la hora de recrear fielmente una determinada época o momento histórico, a propósito de la vestimenta de Winston Churchill, encarnado por Gary Oldman, en “El instante más oscuro”. En aquella ocasión, la impecable labor corrió a cargo de la legendaria sastrería Henry Poole, mientras que en “El hilo invisible” la vestimenta del protagonista es obra de otro legendario establecimiento de Savile Row, Anderson & Sheppard.

Dirigida por Paul Thomas Anderson, el film “El hilo invisible” se desarrolla en el Londres de los años cincuenta, donde el afamado modisto Reynolds Woodcock (Daniel Day-Lewis) y su hermana Cyril (Lesley Manville) copan el protagonismo absoluto de la moda, vistiendo a la realeza, estrellas de cine y alta sociedad. La planificada y metódica vida de Woodstock se ve alterada con la aparición de Alma (Vicky Krieps), que se convierte en su musa y amante.  


El vestuario de Daniel Day-Lewis en “El hilo invisible”


Anderson & Sheppard ha vestido a lo largo de su historia a personajes tan célebres y elegantes como Cary Grant, Fred Astaire o el Príncipe de Gales. Ahora ha sido la elegida para confeccionar el vestuario del protagonista. Concretamente, el trabajo sartorial ha sido responsabilidad de Martin Crawford, Oliver Spencer y Leon Powell, cuidadosamente supervisado por Mark Bridges, diseñador del vestuario de la película.



Por lo visto, la principal preocupación de Daniel Day-Lewis era que las prendas fuesen cosidas partir de tejidos empleados en aquella época. Las circunstancias actuales han hecho que las telas sean mucho más livianas y confortables. Un buen ejemplo es el abrigo de espiga azul que el actor luce en la gran pantalla, elaborado con un paño de 34 onzas. Además, éste es un tributo a su padre el poeta Cecil Day-Lewis, quien fue cliente de la sastrería y que tenía uno muy similar. Por su parte, la zapatería inglesa George Cleverley ha sido la encargada de su calzado a medida, mientras que los sombreros son de Sophie Lamb.





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