Con la llegada del calor y el buen tiempo, las bermudas o pantalones cortos se convierten en un imprescindible del vestuario masculino. Eso sí, hay que tener claro su naturaleza informal que evidentemente las inhabilita para ocasiones de cierta seriedad puesto que deja a la vista parte de nuestras piernas.
A la hora de vestir unas bermudas, debemos tener bien presentes los límites que no se deben sobrepasar en cuanto al largo se refiere. Nunca deberían ir más allá de la rodilla, pero tampoco deberán pecar por cortas. No estamos ante un traje de baño. Seguramente, lo más adecuado es que queden ligeramente por encima de la rodilla, pero admite cierto margen.
También es cierto que el tipo de bermudas puede influir. De esta forma, las conocidas como Cargo, al contar con bolsillos grandes laterales, suelen ser a priori algo más largas aunque no siempre.
Y por supuesto, siempre sin calcetines o con calcetines invisibles.
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