Shaggy Dog, el jersey shetland de J.Press

Seguramente, no haya en la actualidad firma que mejor encarne el conocido como estilo preppy o IVY look norteamericano sin caer en lo rancio que J.Press. Y una prenda básica de esa vestimenta genuinamente estadounidense es el jersey shetland. Parece ser que ante la necesidad de diferenciarse de las marcas competidoras, entre las que se encontraba Brooks Brothers, su fundador Irving Press decidió empezar a cepillar individualmente todos los suéters para lograr este inconfundible aspecto y asimismo mejorar su tacto. Los registró bajo la marca Shaggy Dog, denominación que se le ocurrió tras las conversaciones que mantuvo con el proveedor escocés quien se refirió a la tarea que había que llevar a cabo así: “ah claro, cepíllalo hasta que se sienta como perro lanudo”.

El jersey Shaggy Dog es confeccionado en Escocia con lana shetland cepillada lo que le otorga ese aire diferente. Disponible en una amplia paleta de tonalidades, el clásico es monocolor y con cuello caja. Al igual que el resto de jerséis shetland, presenta el mismo acabado estriado en cuello, puños y cintura, destacando también por su calidez, comodidad y durabilidad.

Se trata de un suéter muy sport y desenfadado pero con mucho estilo, rasgos que lo convierten en un perfecto compañero para los momentos de ocio en los días más fríos. Buena prueba de ello es la fidelidad de celebridades como JFK o Cary Grant, entre otros, por esta prenda.

El estilo del nuevo consejo de ministr@s

Estrenamos nuevo Gobierno. Ayer se reunió el primer consejo de ministros y pudimos ver el posado de todos sus miembros. Si existe relación entre la ética y la estética...la cosa no pinta demasiado bien. Quién no recuerda a Pablo Iglesias luciendo esmoquin en la gala de los Goya, Pedro Sánchez asistiendo a una cena de gala con un frac que parecía sacado de una tienda de disfraces o Alberto Garzón el día de su boda con una tentativa de chaqué.  

Pablo Iglesias acudió a la primera reunión del nuevo gobierno con pantalones vaqueros, algo que denota un evidente no saber estar; por no hablar de su posado con las piernas abiertas como si fuese un cowboy. Uno debe estar a la altura del cargo que ostenta también en la vestimenta y las formas. Seguramente, lo que se pretende con esta informalidad en el vestir es dar una impresión de cercanía con el ciudadano de a pie, pero eso quizás se logra no comprándote un casoplón en Galapagar. Cuestión de coherencia. También es cierto que luego le ves con traje y corbata y te replanteas si no era mejor lo de los vaqueros.

De Pedro Sánchez nada nuevo. Trajes con solapas excesivamente estrechas, una elección de cuello de camisa desacertado o unos zapatos espantosos, son algunos de los rasgos más significativos de su vestimenta que se podría calificar como mediocre. Hace algún tiempo me referí a él como un imitador del estilo Obama, pero está a años luz y eso que tampoco tengo al expresidente norteamericano como un icono de estilo.

Alberto Garzón, a diferencia de Iglesias, si debió ser consciente de la trascendencia de la ocasión y optó por un traje de chaqueta con corbata. Eso sí, la tonalidad y caída del traje en cuestión son bastante lamentables. Dice el refrán que “aunque la mona se vista de seda, mona se queda”, pero seguro que algún asesor valiente le podrá dar unas pautas básicas para mejorar el asunto.

Lógicamente, me he detenido en los supuestos más llamativos, mediáticos y preocupantes. Del resto de ministros, más o menos acertados en el vestir, voy a pasar de largo.