Los calcetines: largo y tejidos
Pocas cosas quedan tan mal como que un zapato que se lleva con calcetín enseñe la pierna. Para evitar esto, se ha de procurar que los calcetines tenga la longitud suficiente para cuando por ejemplo nos sentemos, nunca enseñemos la pierna. Este debe ser el límite, si bien a la gente le pueden gustar más o menos largos.
En cuanto a los materiales, se ha de tener en cuenta la época del año o el clima en que van a ser usados. Para el verano y temperaturas altas, se recomienda calcetines confeccionados con lana fría, con hilo o con seda. Para el frío y el invierno, se optará por calcetines de lana o mezclas de ésta con algodón. Pueden ser lisos, que siempre son acertados, o con estrías, estos últimos no van bien con trajes de tejidos finos.
Aunque parezca que no tengan importancia, gastar dinero en unos calcetines se agradece a la larga ya no sólo por que queden bien que los calcetines buenos duran mucho y se amortizan. Quedan muy mal unos calcetines con agujeros, por lo que al vestirnos hemos de cerciorarnos de que esto no ocurra.
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