Como ya me he referido en diferentes ocasiones, el origen y difusión del polo está ligada al deporte de mismo nombre y al tenista René Lacoste, fundador de la conocida marca del cocodrilo. Y el piqué es el material por excelencia con que se confecciona esta prenda, tanto en su versión de manga corta como larga.
Al auge de la camisa polera le ha seguido el del polo de piqué de manga larga, con una estética híbrida francamente muy similar a esta. El soft collar y una tapeta con botones más o menos larga nos empujan a la confusión, máxime si el puño es de botón y no elástico. Aunque, en mi opinión, el tejido de piqué hace que nos inclinemos por calificarlo como un polo. Evidentemente, a no ser que la botonadura la recorriese de arriba a bajo desde el cuello hasta el borde inferior, estando entonces ante una camisa de piqué.
Seguramente encasillar al mismo en una categoría u otra es lo de menos, porque lo llamemos de un modo u otro, estamos ante una prenda que desprende estilo desenfadado y relax, ideal para momentos informales y de ocio sin renunciar por ello a la elegancia más casual.
Brunello Cucinelli |
Si bien como he apuntado tanto la polera como este tipo de polo de manga en piqué están viviendo un sobresaliente esplendor, no es algo precisamente nuevo. De hecho, ha habido épocas en las que era realmente difícil dar con alguna firma que lo incluyera en su catálogo ready to wear. Ya en la década de los cincuenta algunos de los más célebres iconos de estilo como Gianni Agnelli o John F. Kennedy fueron aficionados a lucirlos en sus ratos de esparcimiento a bordo de sus barcos en alta mar.
Fedeli |
Lo cierto es que estamos ante una prenda de naturaleza informal realmente versátil capaz de encajar con un traje de baño, unas bermudas, unos vaqueros o unos pantalones chinos. Asimismo, se puede combinar con una blazer, costumbre muy extendida en Italia, eso sí, teniendo siempre presente que va a dar un aire mucho más sport que una camisa.
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