Crombie, abrigos de leyenda desde 1805
La historia de la legendaria marca escocesa de abrigos Crombie se remonta a 1805, año de la batalla de Trafalgar. Fundada por John Crombie y su hijo James, en sus inicios su fábrica estuvo localizada en la ciudad escocesa de Aberdeen. Sus tejidos de lana, cashmere o tweed, así como sus abrigos, pronto se hicieron un hueco en las mejores sastrerías de Londres y París, y sucesivamente, fueron conquistando a la alta sociedad de todo el mundo.
En el último cuarto del siglo XIX, llegaba a Rusia con el Russian Coat, un grueso abrigo de paño para combatir el duro invierno, que sedujo a las más altas élites de aquel país convirtiéndose en la elección de los zares. Ya en el siglo XX, el Crombie "Beaver-Raised", un abrigo de lana merina perfecto para vestir a los novios el día de su boda, resultó todo un éxito.
Durante la Primera Guerra Mundial, Crombie destinó temporalmente su producción a los uniformes militares, confeccionando la ropa de abrigo de los oficiales británicos. Nacía el clásico British Warm Overcoat, un abrigo cruzado de estética militar con espaldillas que también fue conocido como Crombie. Asimismo, vistió al ejército en la Segunda Guerra Mundial.
Entre la elitista clientela de Crombie a lo largo de los años, encontramos multitud de personalidades, algunas de ellas como Winston Churchill, Cary Grant, Ronald Regan, Mikhail Gorbachev, John F.Kennedy, Jack Nicholson´s o Eric Clapton. El rey Jorge VI también figuró entre ellos, vestía un abrigo hecho en exclusiva para él, diseño que en 2009 se comercializó como King Coat.
Ya en la década de los noventa, abría sus tres propios establecimientos, en las ciudades de Londres, Manchester y Edimburgo.
Tradición, calidad, durabilidad y elegancia, son, seguramente, los términos que mejor han definido este abrigo a lo largo de los años. Tal ha sido su influencia, que reputadas firmas de moda bautizan algunos de sus abrigos de estética similar con el nombre de la casa escocesa.
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