El nombre Weejun viene de la deformación de la palabra "Norwegian"(noruego), que delata el origen de este tipo de zapato sin cordones. Por lo visto, se trataba del calzado típico de los pescadores en Noruega y que hicieron suyos los adinerados europeos y americanos que viajaban allí para la pesca del salmón.
En 1935 representantes de la revista norteamericana Esquire tuvieron oportunidad de verlos en Palm Beach y pensaron que podía existir un importante nicho de mercado para ellos, por lo que se asociaron al establecimiento de moda Rogers Peet & Co. para reproducirlo. Un año más tarde se lanzaban a la venta, siendo el fabricante estadounidense de Maine G.H. Bass el encargado de hacerlo realidad.
Su rápido éxito radicó en dos elementos, su estética más informal que entonces encajaba perfectamente con el estilo de los jóvenes que apostaban por ir vestidos de un modo más desenfadado y su precio más asequible. Definitivamente, se reveló como el zapato ideal para aquel momento. A ello hay que sumar su inclusión como uno de los básicos del conocido como Ivy look de los estudiantes de las universidades del noreste de US pertenecientes a la prestigiosa Ivy League, tendencia que a mediados del siglo XX alcanzó su máximo esplendor alcanzando proyección mundial.
De hecho, la denominación penny loafer procede de la costumbre de estos estudiantes de esconder un penique bajo su lengüeta para que les diera suerte. Lo cierto es que estos mocasines han alcanzado por méritos propios la categoría de clásicos y nunca pasarán de moda. En particular, los Weejuns pueden considerarse como su versión más remota.
John F. Kennedy, Paul Newman, James Dean, Steve McQueen o Michael Jackson, son algunos de los muchos personajes que han vestido sus pies con ellos. Con o sin calcetines, lo que hay que tener claro es que estamos ante un tipo de calzado sport, lo que le inhabilita para acompañar a un traje de chaqueta.
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2 comentarios:
Buenas tardes, Elitista.
Recuerdo cuando en los años 80 mis zapatos preferidos eran los castellanos, así los llamaba entonces, color burdeos.
Cuando pude comprarme unos, al obtener una beca de colaboración en la universidad, me pareció que era el hombre más elegante del mundo. Que tiempos...
N.B.
Hola Náuticos Blancos! Jajajajaja Yo también tuve mi época, concretamente de Sebago, tanto en negro como burdeos. Un saludo.
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